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Partes de los prismáticos

Índice

    Guía práctica para entender su estructura

    Cada una de las partes que forma unos prismáticos son esenciales y tienen un cometido especifico, conocer los elementos externos y los funcionales es clave para aprovechar todo su potencial, realizar un buen mantenimiento y elegir el modelo idóneo según el uso previsto. Vamos repasar su estructura exterior, los mecanismos de ajuste y algunos conceptos esenciales que todo usuario debería conocer. Si, además, te interesa profundizar en los aspectos ópticos internos, como prismas y lentes, te recomendamos leer nuestro artículo sobre los principios ópticos en los prismáticos

    prismático por partes

    Estructura externa de los prismáticos

    Cuerpo (Chasis)

    El chasis de los prismáticos es la carcasa que contiene tanto el sistema óptico como el mecánico. Suele estar fabricado en materiales como aluminio, policarbonato o aleación de magnesio.

    • El aluminio es sólido y asequible, pero algo más pesado.
    • El policarbonato es ligero y resistente a impactos, aunque menos rígido.
    • El magnesio ofrece una excelente combinación de ligereza y resistencia, habitual en modelos de gama alta.

    El material influye directamente en el peso, la durabilidad y la resistencia del equipo frente a condiciones climáticas adversas

    Revestimiento de goma (armour)

    Este recubrimiento favorece el agarre, protege frente a pequeños golpes y ayuda a preservar el equipo de la humedad o el polvo. Algunos modelos tienen acabados antideslizantes para mayor seguridad en condiciones húmedas.

    Bisagra central

    Sirve para ajustar la distancia interpupilar, esto que quiere decir, el espacio entre los oculares según la separación entre los ojos. Es fundamental para lograr una visión única y sin sombras. Basta con mover la bisagra hasta que ambas imágenes se unan correctamente.

    Oculares

    Son las lentes que están situadas en la parte por donde el usuario mira. Su diseño y calidad influyen directamente en la nitidez, el campo de visión y la comodidad durante el uso prolongado. La forma, el tipo de recubrimientos ópticos y la distancia entre el ojo y el ocular son factores clave que definen su rendimiento.

    • Relieve ocular: es un parámetro asociado a los oculares que indica la distancia óptima entre el ojo del usuario y la superficie del ocular en la que se forma la imagen completa. Si el ojo se encuentra fuera de este punto, parte del campo visual se pierde o se produce un viñeteo. Un relieve ocular amplio (idealmente 15 mm o más) es fundamental para las personas que usan gafas, ya que permite observar cómodamente sin necesidad de presionar el ocular contra las lentes, garantizando así una visión completa y sin esfuerz

    Copas oculares

    Aros ajustables de goma que rodean los oculares. Se pueden girar o plegar para adaptar la distancia al ojo y reducir la entrada de luz lateral.

    Objetivos

    Son las lentes frontales encargadas de captar la luz, están en el lado opuesto a donde mira el usuario. Su diámetro (por ejemplo, 42 mm en un 8×42) influye en la luminosidad que ofrecen. Un objetivo más grande mejora el rendimiento con poca luz, aunque también incrementa el peso.

    Rueda de enfoque central

    Permite enfocar ambos tubos a la vez. Al girarla, se ajusta la distancia entre las lentes internas del sistema de enfoque, lo que modifica la convergencia de los rayos de luz y permite obtener una imagen clara del objeto observado a distintas distancias. Este mecanismo actúa de forma sincronizada en ambos tubos ópticos, garantizando que la imagen esté correctamente enfocada en ambos ojos. Se debe girar con suavidad hasta lograr una imagen nítida. Si el enfoque resulta irregular, puede haber suciedad acumulada, falta de lubricación o desgaste en el engranaje interno.

    Partes de un prismático
    Partes de un prismático

    Anillo de dioptrías

    Se trata de un anillo que se coloca únicamente en uno de los tubos. Este anillo permite compensar diferencias de agudeza visual entre ambos ojos, ajustando la nitidez de forma independiente para uno de ellos. Solemos encontrarlo en el ocular derecho.

    Internamente, al girarlo se desplaza ligeramente una de las lentes del sistema óptico del ocular derecho, modificando su distancia focal sin afectar al otro tubo óptico. Esto lo diferencia de la rueda de enfoque central, que ajusta simultáneamente ambos tubos para enfocar objetos a distintas distancias.

    Para ajustar correctamente los prismáticos hay que cerrar el ojo derecho y enfocar con la rueda central usando únicamente el ojo izquierdo. Una vez conseguida una imagen clara, se cierra el ojo izquierdo y, sin tocar la rueda de enfoque central, se gira el anillo de dioptrías hasta obtener una imagen nítida con el ojo derecho.

    Rosca para trípode

    Algunos modelos incluyen una rosca estándar (¼-20) en el cuerpo central para acoplar los prismáticos a un trípode mediante un adaptador compatible. Esta opción es especialmente útil para sesiones de observación prolongadas o con prismáticos de muchos aumentos, donde mantener una imagen estable a pulso puede resultar difícil.

    En caso de que el modelo no disponga de rosca, existen adaptadores universales en forma de pinza o soporte en U que sujetan los prismáticos desde el cuerpo, permitiendo su fijación al trípode sin necesidad de una rosca integrada. Aunque estos accesorios pueden no ofrecer la misma estabilidad que una rosca dedicada, son una solución práctica y accesible para quienes deseen usar trípode con prismáticos no preparados originalmente para ello.

    Tapas y Rain-guard

    Protegen las lentes cuando no se están utilizando. Algunas están unidas al cuerpo, lo que evita perderlas. Son clave para conservar la calidad óptica con el paso del tiempo.

    Términos clave básicos para usuarios

    Aumentos

    Los aumentos indican cuántas veces más cerca se percibe un objeto respecto a la visión normal, sin prismáticos. Por ejemplo, en unos prismáticos 8×42, el número “8” representa el nivel de aumento: si observáramos un objeto situado a 800 metros se verá con el mismo detalle que si estuviera a solo 100 metros. Esta característica es clave para determinar la utilidad del prismático según la actividad.

    Los modelos con 8 aumentos (8×) son populares por ofrecer una imagen más estable y un campo visual más amplio, ideales para la observación de aves, naturaleza o eventos deportivos. En cambio, los prismáticos de 10 aumentos (10×) proporcionan mayor detalle a larga distancia, pero conllevan una mayor sensibilidad al movimiento de las manos, lo que puede dificultar el uso sin apoyo. Por ello, a partir de 10× se recomienda utilizar trípode o tener experiencia en su manejo.

    Campo visual

    Es la anchura del terreno visible a 1.000 metros de distancia. Por ejemplo, un campo visual de 120 metros permite ver ese ancho a 1 km. Un valor alto facilita seguir objetos en movimiento. En general, menos aumentos implican mayor campo visual.

    Pupila de salida

    La pupila de salida es el diámetro del haz de luz que sale por el ocular y entra en el ojo del usuario. Se obtiene dividiendo el diámetro del objetivo entre el número de aumentos. Por ejemplo, en unos prismáticos 8×42, el cálculo sería 42 ÷ 8 = 5,25 mm.

    Este valor tiene una gran influencia en la luminosidad percibida: cuanto mayor sea la pupila de salida, más luz llegará al ojo, lo que resulta especialmente útil en situaciones de poca luz como el amanecer, el atardecer o al observar en entornos oscuros. Una pupila de salida generosa también proporciona una experiencia visual más cómoda, ya que permite que el ojo reciba una imagen completa incluso si no está perfectamente alineado con el ocular.

    Distancia mínima de enfoque

    Es la distancia más corta a la que los prismáticos pueden enfocar nítidamente. Suele estar entre 2 y 5 metros. Es clave si se quiere observar detalles cercanos como mariposas o flores. A menor distancia mínima, mayor versatilidad.

    Purgado con nitrógeno o argón

    El purgado con estos gases evita el empañamiento interno por humedad o cambios de temperatura. También mejora la estanqueidad, protegiendo la óptica frente a la corrosión. Es una característica recomendada para modelos destinados al exterior.

    Zoom

    El zoom permite variar el nivel de aumento de forma escalonada. A diferencia de los modelos de aumento fijo (por ejemplo, 8× o 10×) que no tienen zoom, los prismáticos con zoom ofrecen un rango, como 8–24×, que se ajusta girando un anillo específico o palanca que suele estar en el tubo que no esta el ajuste de dioptrías.

    Internamente, hay un sistema de lentes de desplazamiento que modifica gradualmente la distancia focal al girar el control de zoom, cambiando la convergencia de los rayos de luz y ampliando o reduciendo la imagen.

    • Ventajas: versatilidad para diferentes distancias y situaciones sin cambiar de equipo.
    • Desventajas: suelen ser más pesados, con menor luminosidad en los mayores aumentos y, en ocasiones, pérdida de nitidez en los extremos del rango.

    Preguntas frecuentes

    ¿Puedo sumergirlos?

    Depende de su nivel de impermeabilidad. Si el fabricante especifica que son “waterproof” o tienen certificación IPX7, pueden soportar salpicaduras e incluso inmersiones breves en agua dulce. Sin embargo, para actividades de buceo se requiere una certificación específica de resistencia a la presión prolongada, como IPX8 con profundidad indicada o equipos diseñados expresamente para entornos subacuáticos. En cualquier caso, evita siempre el contacto con agua salada si no se especifica una protección marina adecuada y sécalos completamente tras su uso en ambientes húmedos para evitar daños en la óptica y la estructura.

    ¿Por qué veo un borde negro?

    Este efecto suele deberse a una pupila de salida pequeña o a una mala alineación con los ojos. También puede estar relacionado con la calidad del recubrimiento óptico o con el diseño de los oculares. Para evitarlo, opta por prismáticos con pupilas de al menos 4 mm y ajusta correctamente la bisagra central.

    Opciones